
To live where you are?
What would I pay
To stay here beside you?
What would I do to see you
Smiling at me?
Bueno, tal vez puede que esta entrada quede un poco triste, pero no estristeza lo que quiero reflejar en ella, sino más bien melancolía. Los recuerdos que poco a poco van pasando y llenando gota a gota el vaso que algún se desarramará sin dejar huella en el mundo. ¿O tal vez sí? Los recuerdos son las huellas que dejamos en la memoria de aquellos que vivieron en nuestros días, aquellos que compartieron un poco de nuestras vidas o dejaron mella en nosotros tras cruzarse ante nuestras miradas un simpe día. Los pequeños pasos que logramos dar también se quedan grabados en los ojos de los demás siendo nosotros una gota que cae en su vaso.
A día de hoy los sueños se me escapan de las manos, como si deseara salira la superficie que me está vedada. Deseo salir, firmar parte de ese mundo que conozco, pero que tan lejos está de mí, puedo tocarlo con la punta de los dedos, pero no puedo llegar, nunca puedo alcanzarlos por más que me estire. Puede que una vez consiga llegar a ese mundo, durante un corto espacio de tiempo y que con el crepúsculo del tercer día la sombra de la realidad recaiga sobre mí como un vampiro cae sobre su presa. Ahora mismo estoy aquí escribiendo y a la vez hablando con una amiga del tiempo que hace que conozco a algunas personas. ¿De verdad hay ya casi 4 años desde aquel día que apreté un botón? Las fechas no mienten. El tiempo pasa rápido, muy rápido, pero hay cosas que están ahí y que nunca se irán.
Cerrar los ojos y volver la mirada hacia el pasado más reciente consigue que sonría al recordar muchas cosas que me hicieron llorar, reime sola por la calle, sonreír, querer ''fumigar'' a alguien. Todos esos pequeños detalles son los que importan, los que nos rodean, los que cada día nos dan la mano cuando tropezamos con esa roca al cruzar el estanque. Y aunque algunas recuerdos caigan en el olvido barridos por el dolor de la separación, no un temporal, sino por la separación de dos caminos que a pesar de que lo hicieron en diferentes fechar partieron del mismo punto... todas esas cosas llenan poco a poco el vaso y nos van diciendo poco a poco quienes somos.
Bueno, y esta entrada no puede acabar sin dedicarse. Pero esta vez no me hace falta poner nombres, ¿verdad? Seguro que todos leemos esto y nos sentimos igual. Así que esta entrada es para todo aquel que quiera llenar su vaso, aunque muchos de vosotros siempre estaréis ahí.
Atte: Gaya Earendil
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